Entre
las localidades de Sant Feliu de Codines y San Llorenç Savall, en un
escenario natural sublime, y cerca del pintoresco pueblo de Gallifa,
encontramos el único Santuario cristiano dedicado a la Ecología, en
donde se venera a la Madre de Dios de la Ecología, un complejo
creado por el capellán disidente Mossén Dalmau.
El
Santuario se halla enclavado entre las laderas del monte Farell y los
despeñaderos y mesetas de San Sadurni, habiendo sido construido en
un lugar sagrado ya por los Íberos y aprovechando una capilla
medieval románica.
La
tesis que da nombre al Santuario, indica que el Cristianismo debe
recuperar a través de la imagen de la virgen Diana de Efeso la
conexión con la Virgen Maria de tradición cristiana. Virginidad y
Fecundidad, en contra a la visión tradicional católica, no son
conceptos opuestos sino complementarios.
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